jueves, 28 de julio de 2011
**LO QUE SUCEDE CUANDO ACABAS DE BEBER UNA LATA DE COCA COLA
Primeros 10 minutos:
10 cucharadas de azúcar golpean tu cuerpo, 100% del total recomendado diariamente. No vomitas inmediatamente por el dulce extremo, porque el ácido fosfórico corta el gusto.
20 minutos:
El nivel de azúcar en la sangre explota, provocando un chorro de insulina. El hígado responde transformando todo el azúcar que recibe en grasa (Es mucho para este momento en particular).
40 minutos:
La absorción de cafeína está completa. Tus pupilas se dilatan, la presión sanguínea sube, el hígado responde bombeando más azúcar en la corriente sanguínea. Los receptores de adenosina en el cerebro son bloqueados para evitar mareos.
45 minutos:
El cuerpo aumenta la producción de dopamina, estimulando los centros de placer del cuerpo. (Fisicamente, funciona como con la heroína.)
50 minutos:
El ácido fosfórico empuja calcio, magnesio y zinc para el intestino grueso, aumentando el metabolismo. Las altas dosis de azúcar y otros edulcorantes aumentan la excreción de calcio en la orina, o sea, está orinando sus huesos, una de las causas de la OSTEOPOROSIS.
60 minutos:
Las propiedades diuréticas de la cafeína entran en acción. Orinas. Ahora está garantizado que eliminarás más calcio, magnesio y zinc, de los cuales tus huesos necesitarían.
A medida que la onda baja sufrirás un choque de azúcar. Te pondrás irritado. Ya habrás eliminado todo lo que estaba en el refresco, pero no sin antes haber eliminado junto, cosas de las cuales necesitará tu organismo.
¿Y esto se lo dan a beber a los niños? Por eso existen a tan corta edad niños con diabetes y obesidad, EVITA darles refresco de premio porque se terminaron su comida (hamburguesas, hotdog, pizza, torta ahogada) especialmente COCA. ¿de verdad amas a tus hijos?
Piensa en eso antes de beber refrescos.
Si no puedes evitarlos, modera su ingestión!
Prefiera jugos naturales.
Tu cuerpo agradece!*
jueves, 21 de julio de 2011
La grasa de la dieta y el cáncer de mama
En el ámbito europeo, se ha diseñado el estudio EPIC (European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition) para investigar las relaciones entre la dieta, el estado nutricional, el estilo de vida y los factores ambientales y la incidencia de cáncer y otras enfermedades crónicas. Una de las claves que trasladan desde EPIC es que el sobrepeso y el escaso ejercicio físico aumentan la actividad del cáncer de mama después de la menopausia. En términos generales, y como medida preventiva, a día de hoy sirve el mensaje que el Colegio Americano de Medicina Preventiva emitió hace años, respaldado por las más recientes evidencias científicas: "Ingerimos demasiadas calorías, consumimos las grasas equivocadas y no hacemos el ejercicio físico suficiente".
Lípidos y cáncer de mama
El elevado número de casos de cáncer de mama hace que las investigaciones se centren en el estudio de los factores que pueden frenar su incidencia. Se investiga el papel de distintos nutrientes como promotores y protectores de este tipo de cáncer. Las principales líneas de investigación se centran en tres factores claves: la obesidad, la calidad de las grasas y el alcohol.
En relación al consumo de grasa y el riesgo de sufrir cáncer de mama, es más importante el tipo de grasa que la cantidad total ingerida
Numerosos estudios experimentales y epidemiológicos han puesto de manifiesto la relación entre los lípidos de la dieta y el cáncer de mama, aunque los estudios epidemiológicos son menos numerosos y sus resultados, controvertidos. Se admite que las dietas hiperlipídicas (excesivas en grasa) son promotoras del cáncer de mama, aunque está demostrado que dietas con una misma cantidad de energía y contenido graso total difieren en su capacidad estimuladora según su composición en ácidos grasos. En relación al consumo de grasa y el riesgo de sufrir cáncer de mama, es más importante el tipo de grasa que la cantidad total ingerida.
El Grupo multidisciplinario para el estudio del cáncer de mama de la Universidad de Barcelona ha publicado una revisión centrada en los estudios experimentales llevados a cabo en relación a la influencia de la grasa en esta enfermedad curable. En este aspecto, ha quedado demostrado que el tipo y la cantidad de grasa ingerida, así como el momento de su administración, juegan un papel importante en la promoción de la carcinogénesis mamaria, e incluso, en su iniciación y en la limitación de su crecimiento.
Aceite de oliva virgen extra, siempre en la despensa
Estudios epidemiológicos han demostrado que la incidencia de cáncer de mama en los países europeos de la zona mediterránea, donde el consumo de aceite de oliva es elevado, es inferior a la de la mayoría de los países del norte de Europa y América. Aunque en los estudios experimentales se detecta desde una ausencia de efecto promotor del ácido oleico monoinsaturado (abundante en el aceite de oliva) a un débil efecto protector del cáncer de mama, las investigaciones apuntan a otros componentes bioactivos del aceite de oliva con efectos quimiopreventivos (antioxidantes como vitamina E, escualeno, etc). La cantidad de estos compuestos es mayor en el aceite de oliva virgen extra.
Más pescado azul
Los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga de la serie omega-3 (EPA o ácido eicopentaenoico y DHA o ácido docosahexaenoico) presentes en el pescado azul (sardina, anchoa o boquerón, caballa o verdel, chicharro, bonito, atún o salmón) y los sintetizados en el organismo a partir del ácido alfa-linolénico (nueces, aceite de canola, soja) serían inhibidores del crecimiento tumoral mamario. El consejo dietético es llevadero y se traduce en comer más pescado azul (al menos dos veces por semana) y un puñado de nueces al día.
Grasas y aceites no protectores
Entre los ácidos grasos promotores de la carcinogénesis se halla el ácido linoleico (ácido graso poliinsaturado de la serie omega-6) presente en aceites vegetales como los de maíz y girasol. Esto no significa que el consumo moderado de estos aceites sea contraproducente, sino que no serán los aceites de consumo preferente o de uso exclusivo en el ámbito doméstico y se combinarán con el de oliva, que será el de primera elección. Las grasas saturadas de procedencia animal también son promotoras, según apuntan las investigaciones.
El Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, en sus objetivos de prevención de la enfermedad por medio de la nutrición, estima que una reducción del consumo de grasas de 160 g/día a 100 g/día y un aumento del consumo de fibra de 20 g/día a 30 g/día en la población americana podría reducir la mortalidad por cáncer entre un 10% y un 15%.
Pequeños gestos como sustituir las carnes rojas grasas como entrecot (12 g grasa/100 g), cordero (15-20 g grasa/100 g), costilla de ternera (6,6 g grasa/100 g) o costillas o chuletas de cerdo (15-23 g grasa/100 g) por carnes blancas como la pechuga de pavo y de pollo (3 g de grasa/100 g); la leche entera (3,6 g/100 g) por desnatada (0,2 g/100 g) o por bebida de avena (0,7 g/100 ml); el queso curado (30-40 g/100 g) por yogures desnatados (0,3 g/100 g) y quesos frescos (15 g/100 g), y los embutidos (35-50 g/100 g) por jamón serrano magro (8,4 g/100 g) da grandes resultados en la reducción de la grasa saturada de la dieta diaria
Lípidos y cáncer de mama
El elevado número de casos de cáncer de mama hace que las investigaciones se centren en el estudio de los factores que pueden frenar su incidencia. Se investiga el papel de distintos nutrientes como promotores y protectores de este tipo de cáncer. Las principales líneas de investigación se centran en tres factores claves: la obesidad, la calidad de las grasas y el alcohol.
En relación al consumo de grasa y el riesgo de sufrir cáncer de mama, es más importante el tipo de grasa que la cantidad total ingerida
Numerosos estudios experimentales y epidemiológicos han puesto de manifiesto la relación entre los lípidos de la dieta y el cáncer de mama, aunque los estudios epidemiológicos son menos numerosos y sus resultados, controvertidos. Se admite que las dietas hiperlipídicas (excesivas en grasa) son promotoras del cáncer de mama, aunque está demostrado que dietas con una misma cantidad de energía y contenido graso total difieren en su capacidad estimuladora según su composición en ácidos grasos. En relación al consumo de grasa y el riesgo de sufrir cáncer de mama, es más importante el tipo de grasa que la cantidad total ingerida.
El Grupo multidisciplinario para el estudio del cáncer de mama de la Universidad de Barcelona ha publicado una revisión centrada en los estudios experimentales llevados a cabo en relación a la influencia de la grasa en esta enfermedad curable. En este aspecto, ha quedado demostrado que el tipo y la cantidad de grasa ingerida, así como el momento de su administración, juegan un papel importante en la promoción de la carcinogénesis mamaria, e incluso, en su iniciación y en la limitación de su crecimiento.
Aceite de oliva virgen extra, siempre en la despensa
Estudios epidemiológicos han demostrado que la incidencia de cáncer de mama en los países europeos de la zona mediterránea, donde el consumo de aceite de oliva es elevado, es inferior a la de la mayoría de los países del norte de Europa y América. Aunque en los estudios experimentales se detecta desde una ausencia de efecto promotor del ácido oleico monoinsaturado (abundante en el aceite de oliva) a un débil efecto protector del cáncer de mama, las investigaciones apuntan a otros componentes bioactivos del aceite de oliva con efectos quimiopreventivos (antioxidantes como vitamina E, escualeno, etc). La cantidad de estos compuestos es mayor en el aceite de oliva virgen extra.
Más pescado azul
Los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga de la serie omega-3 (EPA o ácido eicopentaenoico y DHA o ácido docosahexaenoico) presentes en el pescado azul (sardina, anchoa o boquerón, caballa o verdel, chicharro, bonito, atún o salmón) y los sintetizados en el organismo a partir del ácido alfa-linolénico (nueces, aceite de canola, soja) serían inhibidores del crecimiento tumoral mamario. El consejo dietético es llevadero y se traduce en comer más pescado azul (al menos dos veces por semana) y un puñado de nueces al día.
Grasas y aceites no protectores
Entre los ácidos grasos promotores de la carcinogénesis se halla el ácido linoleico (ácido graso poliinsaturado de la serie omega-6) presente en aceites vegetales como los de maíz y girasol. Esto no significa que el consumo moderado de estos aceites sea contraproducente, sino que no serán los aceites de consumo preferente o de uso exclusivo en el ámbito doméstico y se combinarán con el de oliva, que será el de primera elección. Las grasas saturadas de procedencia animal también son promotoras, según apuntan las investigaciones.
El Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, en sus objetivos de prevención de la enfermedad por medio de la nutrición, estima que una reducción del consumo de grasas de 160 g/día a 100 g/día y un aumento del consumo de fibra de 20 g/día a 30 g/día en la población americana podría reducir la mortalidad por cáncer entre un 10% y un 15%.
Pequeños gestos como sustituir las carnes rojas grasas como entrecot (12 g grasa/100 g), cordero (15-20 g grasa/100 g), costilla de ternera (6,6 g grasa/100 g) o costillas o chuletas de cerdo (15-23 g grasa/100 g) por carnes blancas como la pechuga de pavo y de pollo (3 g de grasa/100 g); la leche entera (3,6 g/100 g) por desnatada (0,2 g/100 g) o por bebida de avena (0,7 g/100 ml); el queso curado (30-40 g/100 g) por yogures desnatados (0,3 g/100 g) y quesos frescos (15 g/100 g), y los embutidos (35-50 g/100 g) por jamón serrano magro (8,4 g/100 g) da grandes resultados en la reducción de la grasa saturada de la dieta diaria
martes, 19 de julio de 2011
Consejos para prevenir enfermedades causadas por la bacteria Clostridium Perfringens
La bacteria Clostridium perfringens (C. perfringens) es una de las causas más comunes de intoxicación por alimentos.
Clostridium perfringens (C. perfringens) es una bacteria que se encuentra a menudo en la carne y las aves crudas y constituye una de las causas más comunes de enfermedades transmitidas por los alimentos en los Estados Unidos. Se estima que todos los años causa casi un millón de casos de enfermedades transmitidas por los alimentos o intoxicación alimentaria. C. perfringens se encuentra en muchas fuentes ambientales, así como en los intestinos de los seres humanos y los animales.
¿Cuáles son los alimentos más comunes que pueden tener C. perfringens?
La carne de res, de aves, las salsas de carne o los alimentos deshidratados o precocidos son fuentes comunes de infección por C. perfringens. La infección por C. perfringens con frecuencia tiene lugar cuando los alimentos se preparan en grandes cantidades y se mantienen calientes durante largo tiempo antes de servirse. Los brotes ocurren frecuentemente en instituciones como hospitales, comedores escolares, prisiones y asilos de ancianos, o en eventos con servicio de alimentos.
¿Quiénes tienen riesgo de padecer intoxicación alimentaria a causa de la bacteria C. perfringens?
Todos podemos sufrir una intoxicación alimentaria a causa de la bacteria C. perfringens. Los niños y los ancianos tienen mayor riesgo de padecer una infección por C. perfringens y pueden experimentar síntomas más graves que se prolonguen de 1 a 2 semanas. En los casos graves, pueden aparecer complicaciones, como deshidratación.
¿Cómo se puede prevenir la intoxicación por alimentos a causa de la bacteria C. perfringens?
Para evitar que las esporas de C. perfringens se reproduzcan en los alimentos luego de cocinados, las carnes de res, de aves, las salsas de carne y otros alimentos comúnmente asociados a las infecciones por C. perfringens deben cocinarse completamente a las temperaturas recomendadas y luego mantenerse a una temperatura mayor de 140°F (60° C) o menor de 41°F (5°C). Estas temperaturas evitan que se reproduzcan las esporas de C. perfringens que podrían haber sobrevivido al proceso de cocción inicial.
Los platos con carne deben servirse calientes, inmediatamente después de cocinados. Los sobrantes deben refrigerarse a 40°F o menos tan pronto como sea posible o dentro de las 2 horas de la preparación. Los alimentos calientes se pueden poner directamente en el refrigerador. Los recipientes grandes de comida, como sopas, guisados o estofados, o los cortes grandes de carne, como asados o aves enteras, deben dividirse en pequeños trozos antes de refrigerarse. Los sobrantes deben recalentarse a cuando menos 165°F (74°C) antes de servirse.
Es probable que los alimentos que contienen bacterias peligrosas no tengan sabor, olor o apariencia diferente. Puede ser peligroso ingerir alimentos que hayan quedado fuera del refrigerador durante demasiado tiempo, aun cuando parezcan en buen estado.
¿Cuáles son los síntomas de intoxicación por alimentos por C. perfringens?
Las personas con infección por C. perfringens presentan diarreas y dolor abdominal dentro de las 6 a 24 horas (habitualmente entre las 8 y 12 horas). La enfermedad generalmente comienza de manera repentina y dura menos de 24 horas. Las personas infectadas con C. perfringens por lo general no tienen ni fiebre ni vómitos. La enfermedad no se contagia de persona a persona
viernes, 15 de julio de 2011
¡¡NUEVO SERVICIO!! El Club del Diabético
Concientes de las problematicas a las que se enfrentan los pacientes Diabéticos,(Falta de información respecto a su enfermedad, un monitoreo inadecuado..etc), hemos creado este servicio, que busca dar apoyo a este grupo vulnerable.
La diabetes es una de las principales causas de mortalidad en el país un manejo adecuado de esta, puede dar una mejor calidad de vida y disminuir considerablemente el riesgo de estos pacientes.
El Club del Diabetico es un espacio donde nos reuniremos, y apoyaremos al paciente, desde ocpiones de dieta, control de peso y glucosa, así también le daremos charlas, tips, recetas...etc que hagan que el paciente vea las multiples posibilidades para su tratamiento y control.
Comenzaremos reuniendonos a partir del día, VIERNES 22 DE JULIO DEL 2011, de 5 a 6 p.m.y todos los viernes de forma consecutiva, formando así un grupo de apoyo para estos pacientes, la cuota de recuperación es de tan solo $ 70 por sesión.
La Dirección es la misma del consultorio
Calle Santa Rosa de Lima #1839
Residencial Santa María
Guadalupe Nuevo León.
Apoya difundiendo esta información con quien creas lo necesite.
La diabetes es una de las principales causas de mortalidad en el país un manejo adecuado de esta, puede dar una mejor calidad de vida y disminuir considerablemente el riesgo de estos pacientes.
El Club del Diabetico es un espacio donde nos reuniremos, y apoyaremos al paciente, desde ocpiones de dieta, control de peso y glucosa, así también le daremos charlas, tips, recetas...etc que hagan que el paciente vea las multiples posibilidades para su tratamiento y control.
Comenzaremos reuniendonos a partir del día, VIERNES 22 DE JULIO DEL 2011, de 5 a 6 p.m.y todos los viernes de forma consecutiva, formando así un grupo de apoyo para estos pacientes, la cuota de recuperación es de tan solo $ 70 por sesión.
La Dirección es la misma del consultorio
Calle Santa Rosa de Lima #1839
Residencial Santa María
Guadalupe Nuevo León.
Apoya difundiendo esta información con quien creas lo necesite.
jueves, 14 de julio de 2011
En Estados Unidos proponen dejar a los niños obesos a cargo del Gobierno
(CNN) — La negligencia parental y la supervisión inadecuada de los padres puede dejar a los niños con obesidad y severamente vulnerables a las influencias sociales que promueven un estilo de vida poco saludable, y esto puede ser una forma de maltrato infantil que las autoridades deben afrontar, aseguraron investigadores de la Universidad de Harvard.
En un comentario publicado este miércoles en el Journal of the American Medical Association, la profesora Lindsey Murtagh y el Dr. David S. Ludwig sugieren que los niños con obesidad severa sean removidos de sus hogares, y que la participación del Gobierno puede ser justificable debido a los riesgos inminentes para su salud y al “fracaso crónico de los padres para hacer frente a problemas de salud”.
“Puedo ver que los autores tienen buenas intenciones –que quieren proteger al niño– pero las sugerencias están equivocadas”, dijo el especialista en ética Arthur Caplan en una conversación telefónica. “El problema de esta propuesta es que pone la responsabilidad exclusivamente en los padres. Esto no es un problema sólo de individuos; es un problema social”, dice.
México es el país número uno en obesidad infantil, con 4 millones 249,217 niños de entre cinco y 11 años que entran a esta categoría, según la Secretaría de Salud federal.
Tener un sobrepeso extremo aumenta el riesgo de una persona a desarrollar otros problemas de salud graves, como enfermedades coronarias, diabetes tipo 2, cáncer de colon y trastornos de salud mental.
“La intervención del Estado puede servir al mejor interés de muchos niños con una obesidad que amenaza su vida, y además ser la única manera realista de controlar los comportamientos nocivos”, aseguran los autores en el comentario. Ellos argumentan que sería una mejor alternativa que la costosa y potencialmente peligrosa cirugía que se utiliza a veces para tratar a adolescentes obesos.
La mayoría de las leyes para retirar a un niño del hogar dependen de que haya razones para creer que el menor puede sufrir graves e inminentes daños físicos, lesión o muerte. Ser obeso puede conducir a futuras enfermedades y a una probable muerte prematura, pero no es inminente (que amenaza con suceder prontamente).
Los expertos dicen que a veces las intenciones son buenas, pero los esfuerzos equivocados pueden ser desalentadores para los niños obesos que están tratando de perder peso.
La iniciativa de llamado a la acción de la oficina de cirugía general de Estados Unidos para prevenir el sobrepeso y la obesidad tiene varias sugerencias para los padres que están preocupados por el peso de sus hijos. Se recomienda enfocarse en la salud del niño y en sus cualidades positivas, no en su peso, y sugiere tratar cambiar gradualmente la actividad física y los hábitos alimenticios de la familia, en lugar de hacer que el niño se sienta distinto
Capacitaciones, certificaciones
http://mexico.cnn.com/salud/2011/07/14/en-estados-unidos-proponen-dejar-a-los-ninos-obesos-a-cargo-del-gobierno
jueves, 7 de julio de 2011
¿Por qué el mejor tratamiento del acné puede ser un cambio en la dieta?
En la actualidad estudios acaban de señalar que existe una relación entre el acné y la dieta.
La premisa básica de la investigación es que el consumo de carbohidratos refinados y el azúcar es el último culpable de los problemas de muchas personas “con acné.
La teoría científica sostiene que cuando los hidratos de carbono y el azúcar se mezclan en el metabolismo, conducen a un aumento de la insulina y un factor de crecimiento similar a la insulina llamado IGF-1.
Este factor de crecimiento hace que a continuación, las hormonas masculinas, comiencen a producir en el cuerpo cantidades muchos mayores a las que debiesen hacer en un estado normal. Estas hormonas de crecimiento llevan directamente a un aumento de la cantidad de sebo producido.
El sebo es una sustancia grasa-como la que se puede observar se desprende por los poros. A la que la gente a menudo, describe como “la piel grasa”.
La sobreproducción del sebo, obstruye los poros y esta obstrucción causa, en última instancia, una acumulación de bacterias en los poros que no pueden escapar debido a que el sebo está en la salida.
Esto, por supuesto, tiene como consecuencia final el acné.
Esta explicación tan detallada de cómo y porque se produce el acné, podría resumirse en que simplemente: cuando usted consume carbohidratos refinados y azúcares, estos pueden agravar su problema de grasitud en la piel, tapar sus poros, y lógicamente desarrollar acné.
Así que, ¿cuál es la solución? No es de extrañar la respuesta, reducir los azúcares y carbohidratos refinados, (como dulces y pastas).
Estos alimentos nos proporcionan muy pocos nutrientes de los que necesitamos, mientras que nos proporcionan muchos problemas como los poros tapados
La premisa básica de la investigación es que el consumo de carbohidratos refinados y el azúcar es el último culpable de los problemas de muchas personas “con acné.
La teoría científica sostiene que cuando los hidratos de carbono y el azúcar se mezclan en el metabolismo, conducen a un aumento de la insulina y un factor de crecimiento similar a la insulina llamado IGF-1.
Este factor de crecimiento hace que a continuación, las hormonas masculinas, comiencen a producir en el cuerpo cantidades muchos mayores a las que debiesen hacer en un estado normal. Estas hormonas de crecimiento llevan directamente a un aumento de la cantidad de sebo producido.
El sebo es una sustancia grasa-como la que se puede observar se desprende por los poros. A la que la gente a menudo, describe como “la piel grasa”.
La sobreproducción del sebo, obstruye los poros y esta obstrucción causa, en última instancia, una acumulación de bacterias en los poros que no pueden escapar debido a que el sebo está en la salida.
Esto, por supuesto, tiene como consecuencia final el acné.
Esta explicación tan detallada de cómo y porque se produce el acné, podría resumirse en que simplemente: cuando usted consume carbohidratos refinados y azúcares, estos pueden agravar su problema de grasitud en la piel, tapar sus poros, y lógicamente desarrollar acné.
Así que, ¿cuál es la solución? No es de extrañar la respuesta, reducir los azúcares y carbohidratos refinados, (como dulces y pastas).
Estos alimentos nos proporcionan muy pocos nutrientes de los que necesitamos, mientras que nos proporcionan muchos problemas como los poros tapados
Capacitaciones, certificaciones
http://www.enplenitud.com/se-puede-curar-el-acne-sin-pastillas.htm
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